miércoles, 27 de noviembre de 2013

La Cachopería - Picofino 04-10-2013

LA CACHOPERIA - PICOFINO


Puede que por mera curiosidad,  puede que por simple gula humana o puede que por la ley del mínimo esfuerzo, en esta ocasión escalamos la ladera avilesina hasta el Mirador de la Posada, algo así como pasarse de largo subiendo al hospital de Avilés.

Atraídos por el menú de cachopos ‘a la carta’ que se publicita hace tiempo en el local, somos en esta ocasión 9 miembros de lo más selecto de la peña vallieniellense, profesionales en los más diversos campos del saber y del hacer…menos en el gastronómico.

Ya se nos indica en la reserva que podemos pasar a buscar las cartas para condimentar el cachopo a nuestro gusto, cierto detalle y novedad que permite agilizar la cena en cuanto al pedido. Haciendo buena la ley anteriormente comentada y con algo menos de profesionalidad, no vamos a por estas cartas, asi que condimentamos en la misma barra del local el cachopo de cada cual.

 De cualquier manera es una forma de no esperar sentados, los mas inquietos, pudiendo ‘echar un pito’ o lo que se tercie mientras en la cocina preparan la comanda, que a tenor de lo que elija cada cual, puede llegar a ser muy sofisticada.

En cuanto a esta sofisticación se puede elegir casi de todo en relación al cachopo, esto es, la propia carne (o pescado), el relleno, rebozado, acompañamiento, etc. Todo un examen tipo test a la hora de rellenar el impreso.

Puede que el dejar tanta libertad y variedad a la hora de la elección produzca cierto caos en el resultado de los platos. Lo que se constató en general fué que aunque el cachopo de base estaba bien, muchos de los acompañamientos y rellenos eran meras salsas y adyacentes sin gran significado ni sabor. No se produce una suma de elementos que parecen atractivos en singular para dar lugar a un Supercachopo, sino que más bien sale una ‘cosa’ además del cachopo.

En resumidas cuentas es un poco un ejercicio, ensayo o prueba que en resultado no llega a ser un gran descubrimiento, es como si cada uno en su casa prueba a hacerse un bocadillo de jamón con todo lo que se le pueda ocurrir y al final abre la tapa, quita todo lo que añadió y se come el jamón mirando al infinito.

En cuanto al servicio, local y demás circunstancias, no hay mucho comentario ni objeción al respecto, un tanto fríos los postres calientes, tanto la primera vez como la segunda… y poco más. Relación calidad-precio normal, instalaciones adecuadas y servicio suficiente.

Al final es probar, como todo en la vida, las opiniones nunca coinciden entre 2, casi nunca las de uno mismo, de ahí la incongruencia del ser humano.

Salú….



Comensales





Distintas variedades de cachopos degustados.




Tarta al whisky



Sorpresa de Tres Chocolates



Frixuelo relleno de Nata con Chocolate caliente